sábado, 16 de octubre de 2010

Intelectualismo moral.

La tesis esencial del intelectualismo moral es la siguiente: la experiencia moral se basa en el conocimiento del bien. Sólo si se conoce qué es el bien y la justicia se puede realizar el bien y la justicia. De no conocerse el bien sólo se puede obrar desde el mal. Este pensamiento supone por tanto que todos tenemos la opción de ser buenos o malos desde nuestro nacimiento. Sólo estamos condicionados por el conocimiento, y por lo tanto podemos cambiar nuestra manera de obrar del mal al bien.

Este pensamiento está vigente hasta la aceptación del cristianismo como religión,  ya que el cristianismo suponía que todos nacíamos determinados por el pecado original.

Este pensamiento está presente en mayor o menor medida en todos los pensadores de la antigüedad, siendo especialmente característico de Sócrates, y de su discípulo, Platón.

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